Cuando pensamos en camas geriátricas o articuladas, tendemos a asociarlas con hospitales o centros geriátricos, pero no son exclusivas de estos lugares. Una cama articulada puede ser mucho más, por lo que el concepto ha cambiado mucho hoy en día. Descubra los tipos y modelos más populares a continuación.
La cama articulada también se conoce como cama eléctrica o cama para ancianos. Es una cama con diferentes niveles. Esto les permite crecer según las necesidades de cada individuo. Algunos están diseñados para levantar el torso, otros la zona de las piernas y otros una combinación de ambos.
Las camas más tradicionales de esta gama son las que se encuentran en la mayoría de los hospitales. Se trata de camas con estructura metálica.
Las camas articuladas también pueden utilizarse en habitaciones más convencionales, pero también confortables. Por ejemplo, la cama doble articulada. Lo mejor es que cada uno tiene opciones independientes. Esto significa que cada uno puede asumir la posición que prefiera en cualquier momento.
Las camas geriátricas son adecuadas para personas con movilidad muy limitada o casi nula. Esto facilita mucho la maniobrabilidad de dicha cama. Con la ayuda de una carretilla elevadora, podemos ajustar la altura de la cama a nuestras necesidades.
También hay camas articuladas para personas con problemas de obesidad. En este caso, tienen un soporte metálico pero reforzado. Se trata de un acabado que sustituye a los paneles de madera. Esto aumenta la comodidad y reduce la probabilidad de que la estructura se deforme.